Después de tres décadas de talleres, a algunos participantes cuyas vidas han sido transformadas por sus experiencias con La Voz Humana, se les ha despertado "el apetito" por transmitir los principios y la práctica de este trabajo.
Reconociendo a estas personas vinculadas por experiencias y sensibilidades parecidas, Daniel ha amorosamente nombrado a aquellos inspirados por seguir este proceso de transmisión Mosqueteros.
Los Mosqueteros son el corazón del proceso de transmisión, puesto que son ellos quienes mantienen viva la visión implícita en este trabajo con la voz. El haberse adentrado en sí mismos a través de sus experiencias con La Voz Humana inevitablemente resuena con otros, animándolos a buscar la reconexión con algo esencial en sí. Este esfuerzo de autoconocimiento es el que sostiene la relación entre los Mosqueteros – y lo que mantiene viva la transmisión.
No se trata de una escuela; más bien de una invitación para que las personas que manifiestan una sensibilidad compartida puedan reunirse alrededor de La Voz Humana. En los encuentros enfocados en este proceso de transmisión, Daniel cultiva un esfuerzo recíproco para seguir desarrollando miradas sutiles y escuches profundos, por medio de prácticas corporales y vocales que revelan la unicidad de cada individuo.
Las actividades de los Mosqueteros son un intento de dar al trabajo de La Voz Humana un respiro más amplio, una vida en el tiempo y espacio más allá de la persona de Daniel.